Desde hace unos días facebook en su afán por tenernos mas controlados, está dando la opción de cambiar el perfil por algo que ellos llaman biografía, incluso lo venden explicándote que es mucho mejor para contar tu historia. O sea, que si no lo teníamos aún muy claro y para que no exista la menor duda, el face se ha convertido en algo así como aquel diario que algunos empezaban en su época de adolescencia, solo que en vez de contar tus intimidades para ti mismo en un cuaderno y como manera de desahogo personal se ha convertido en todo un libro abierto donde puedes exponer tu vida, eso si, siempre hasta donde tu quieras. Aunque hay mas de una polémica con la dichosa privacidad y su manera de controlarla.
Antes biografías las publicaban solo aquellos que tenían algo importante que contar, ahora todos somos importantes pero lo que no tengo tan claro es que tengamos tanto que decir. Relatar cuando nos levantamos, que vamos a hacer o como nos ha ido en el día puede tener su gracia dos días pero no nos engañemos, no tenemos la vida de Indiana Jones.
Siempre he dicho que esta red social, no conozco otras con tanto poder de convocatoria en la actualidad, bien llevada puede servir para tener contacto mas o menos habitual con gente que no tienes oportunidad de ver a menudo, colgar tus pensamientos o como hago yo, para conectar este blog y anunciar cada vez que escribo algo. el problema viene cuando pierdes el control y compartes con demasiada gente aquello que debería quedarse en la intimidad de tu casa y para tus mas allegados.
Está claro que cada uno es muy libre de hacer con su vida lo que le vengan en gana pero el hecho de exponerla de una forma tan pública a la larga podría sernos perjudicial. Desde esos casos donde, supuestamente, las empresas han encontrado a través de la red información para utilizar contra de sus empleados y que ha valido para sancionarlos o incluso despedirlos, a utilizar nuestras fotos para vaya usted a saber que. Por que si no os habéis dado cuenta, una vez que cuelgas una imagen en Internet, su uso pasa a estar en mano de todo el planeta, y no hay manera de controlarlo. Sin contar que además de fotos ponemos datos que están a disposición de todo aquel que quiera espiarnos, contamos alegremente y como quien no quiere la cosa, cuando salimos de excursión o de viaje, ¿Nunca os preguntáis quien lo lee y para qué podría utilizar esa información?). Si lo piensas bien, asusta.
A pesar de todo, seguiremos colgando fotos por que el fondo todos somos un poco (o bastante) exhibicionistas. Vivimos en la era de Gran Hermano, la vida privada ha pasado a ser casi un lujo o cosa de frikis raros, depende como y quien lo vea. Tanto nos hemos acostumbrado a ver y oír por televisión, con pelos y señales, las experiencias mas personales y truculentas que ya no nos importa nada ni nos escandalizamos por ello.
Ya no hace falta que nadie venga a nuestra casa para ver las fotos de las vacaciones por que ahora volcamos directamente desde la cámara sin hacer una selección previa e incluso antes de volver del viaje. Conseguimos que como mucho dejen un comentario mas o menos por compromiso tipo "que envidia me dais, os lo habéis tenido que pasar de traca" o incluso darle al "me gusta" que es de lo mas frío que han inventado y que vale para que el interesado sepa que las has visto pero que has quedado tan noqueado con tanta imagen que no te salen las palabras, no sabemos si de éxtasis o aburrimiento. Que daño ha hecho la fotografía digital y los móviles para la capacidad de síntesis. El creador del invento se forra a base de hacer que todos tengamos ese minuto de gloria al que, según parece, todos tenemos derecho a cambio de que nuestros datos, recuerdos e imágenes den la vuelta al mundo.
Yo por si acaso, aviso, en la próxima entrada del blog pienso hablar sobre uno de mis viajes, pero tranquilos, solo colgaré unas cuantas fotos que ya me estoy preocupando de seleccionar para que no se os haga muy pesado. Si os agrada ya sabéis, le dais al dichoso "me gusta" que aunque no digáis nada ya sabré que habéis puesto un mínimo de interés aunque os hayáis aburrido como ostras en un banquete de la Real Academia de la Lengua
Y mientras, la vida sigue... en facebook.
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