sábado, 8 de enero de 2011

Rebajas, rebajas.

Por fin se acabaron las fiestas. Es la frase que muchos diremos estos días, que alivio saber que ya terminaron las comidas, las cenas y el salir por salir cuando la mitad de las veces ni te apetece ni tienes ganas. Se empieza a desmontar el decorado navideño que se reparte por nuestras calles, las luces se apagan y todo irremediablemente vuelve a la mas aburrida, y deseada por otra parte, normalidad.

Como somos animales de costumbres, ahora tocan las rebajas y el ritual de patearte 1000 tiendas para encontrar… algo. Por que seamos sinceros, no nos hace falta nada pero el instinto llama y las tiendas echan ese polvillo en el aire acondicionado que nos atonta y nos obliga a volver una y otra vez hasta que conseguimos ese jersey o ese pantalón del que nos preguntamos como hemos podido vivir sin él. Después de una tarde de pegarte con mil asesinos en serie que desean la ansiada presa lo mismo que tu, de haber aguantado la cola para el vestuario, la cola para pagar y hasta la cola para estar en la cola, llegas a casa satisfecho por el deber cumplido, haber conseguido comprar un chollo en las rebajas.

Mucho me temo que este 2011 va a ser el año de las rebajas continuas, hoy por hoy somos un país de saldo. La manida crisis esta haciendo que vivamos continuamente de oferta y que nos apliquemos descuentos a nosotros mismos para conseguir eso que hace tiempo que no hacemos, ¿como se llamaba? ¡Ah si! ahorrar.

Como yo no soy economista, no tengo ni idea de como salir de esta situación pero mi opinión, muy personal, es que parece que hay una especie de complot por los poderosos de este país y de todos para que exista cierto pesimismo. Les viene bien una crisis de estas de vez en cuando para sanear sus cuentas, conseguir por parte de los gobiernos de turnos ayudas que pagamos todos, facilidades para el despido mas inmune y encima con la cara de ir de pobres victimas que están perdiendo mucho con esta situación. Vergüenza les tenía que dar haber tenido como representante de la CEOE a un señor que ha llevado a la quiebra a sus empresas y que en el momento de embargarle sus cuentas tenía en ella la increíble cantidad de 600 euros ¿alguien se lo cree? yo no.

Estos buitres consiguen de esta manera sus peculiares rebajas, en vez de un abrigo echaran a unos cuantos trabajadores, o cerraran empresas enteras como el anterior jefe de la manada, por su mala gestión. Eso si, la culpa será de la crisis. Lo dicho, de vergüenza.

La pena es que siempre pagamos los mismos.

Pero bueno, la vida sigue, me voy a duchar y me voy a ir de ritual, o sea, de compras que me hace falta… algo.

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