martes, 11 de enero de 2011

Los otros… los que me caen mal

los otros
No le podemos caer bien a todo el mundo, intentar ser simpático ante cualquiera es agotador además de resultar falso e imposible. Quién no conoce a alguien que es tan increíblemente agradable y extrovertido que acaba cayéndote mal por pura inercia, nadie es perfecto y basta que quieras aparentarlo para que lo estropees. Siempre he pensado que ese tipo de gente en el fondo oculta una personalidad tan vacía que la única manera de que no se note es intentando gustar a toda costa.

La actitud mas que el físico, hace que con ciertas personas, casi siempre las mínimas, tengamos una empatía prácticamente desde el primer momento en que las conocemos. Pero esto no es una regla fija, hay amistades que se forjan con el tiempo, que en un primer momento no hubieses apostado un duro por ellas y después has ido viendo que merecen la pena. Nunca he creído en eso de que la primera impresión es la que cuenta, si fuese así solo tendríamos modelos como amigos, por que no nos engañemos, lo primero que vemos en cualquiera es la imagen y todos sabemos que no siempre va en relación con la personalidad que al fin y al cabo, a la larga, es lo que te queda e interesa.

Si me pongo a analizar a los que tengo alrededor, como los conocí, la trayectoria de la amistad o no que tengo con ellos y mi situación actual podría decir quienes no me han defraudado por que sabía que serían lo que hoy son, buenos amigos. Ellos y ellas saben quienes son.

Del resto, podría hacer dos grupos: Aquellos con los que, en la vida, me tomaré un café por que los he descartado definitivamente y el resto que ni siquiera me planteo analizarlos ya que ni yo he intentado acercarme ni he visto que por su parte tampoco lo hayan hecho, vamos que hay ignorancia mutua o mas llanamente, antipatía. También puede ser dejadez (no quiero ser muy malo)

Para todos aquellos que me conocéis, se que os habéis quedado con ganas de nombres propios, podía jugar a inventármelos y decir los motivos por lo que no les soporto, solo tendríais que adivinar a quien me refiero. ¿Os gustaría que sacase ese diablillo que llevo dentro?  Quien sabe, quizás mas adelante me anime y pasemos un rato divertido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nooooo, nombres no que esto queda para la posteridad y hay mucha gente que no acepta ni el mas minimo comentario.
Lo que tu dices aquí lo pensamos todos lo que pasa es que tu te caracterizas por decir las cosas (a veces de una manera un poco dura, pero bueno) o aun mejor, actuar con consecuencia con todas aquellas personas que te importan un bledo porque no te aportan nada, ojala todos fueramos así, en eso te envidio.
La amistad es mucho mas que hablar de trapitos, de lo guay que somos todos y lo bien que nos llevamos...para saber quienes son tus amigos hay que mirar en la distancia, y no se los demás, pero yo tengo muy claro quienes son mis amigos, quien mis conocidos y quien los que me caen mal.B
P.D Sigue escribiendo que esto se pone interesante jajaja

ReinaMora dijo...

Cada cual sabe el lugar que ocupa en la vida de los demás y no me refiero a espacio en cuanto a dimensión... pero por si no lo sabes, el lugar que ocupas tu en la mía es el de la sal del tomate de mi barrita de desayuno... y a veces la pimienta.. ya en el lado que me ubiques es asunto tuyo... comp(l)i(ce)